Dios nos ha brindado los 7 Dones del Espíritu Santo, los cuales tienen dos funciones primordiales: darnos las herramientas para tener una vida plena, y son un obsequio que, bien utilizado, nos guía en nuestra travesía mundana hacia el reino de los cielos. En otras palabras, si obtienes y aplicas estos 7 presentes de Nuestro Señor, tendrás una vida de virtud y tendrás la facultad de llegar al Cielo a los pies del Señor de los Ejércitos.
El Espíritu Santo, esa misteriosa tercera persona de la Trinidad, ha estado presente en las vidas de los cristianos desde los tiempos del Nuevo Testamento. Con él vienen siete dones fundamentales para nuestra vida cristiana. Estos dones no son meramente teóricos, sino diseñados para vivir, sentir y compartir.
El Origen Bíblico de los Dones
En el evangelio y en diversas publicaciones religiosas, encontramos referencias constantes a estos siete dones. Pero, ¿qué nos dice la Biblia al respecto? Y aún más crítico, ¿cómo se reflejan en nuestras vidas diarias?
Sabiduría: La Llave del Corazón de Dios
El don de sabiduría nos permite ver el mundo con los ojos de Dios. Es como contar con un GPS que dirige nuestras acciones y pensamientos conforme al corazón y voluntad de Dios. Esta sabiduría trasciende el mero conocimiento y se sumerge en un entendimiento profundo de la voluntad divina en todas las situaciones.
Entendimiento: Profundizar Más Allá del Intelecto
A través del entendimiento, penetramos en las verdades de nuestra fe con una profundidad renovada. No solo comprendemos el evangelio en un nivel intelectual; lo vivimos y lo sentimos. Nuestra vida moral y ética se fortalece y se sustenta con este don.
Consejo: La Brújula Divina en Acción
El don de consejo actúa como una brújula interna, ayudándonos a discernir y a tomar decisiones que estén en línea con nuestra fe y el plan divino. Es una guía interna que nos orienta en los momentos de incertidumbre, iluminando nuestro camino.
¿Qué es un Don?
Un don es un talento, gracia o habilidad con la que contamos. Hay dones terrenales, como el don de escribir, el don de correr rápido, el don de ser una gran cocinera. Hay otro tipo de dones, los espirituales, que son presentes de Dios y son de los que vamos a hablar aquí.
¿Qué es un Don del Espíritu Santo?
Dios, en su infinita bondad, nos ha brindado las virtudes suficientes para salvar nuestra alma del pecado, estas virtudes son los dones del Espíritu Santo.
Un don del Espíritu Santo es el regalo de Dios Padre para que tengamos las herramientas para amar a nuestro prójimo, a nosotros mismos y a Nuestro Señor y así podamos llegar al Cielo.
¿Cuáles son los 7 Dones del Espíritu Santo?
1. Temor de Dios
Este es el Don más importante de todos, porque es el que se relaciona directamente con Dios, por tanto, es el primero que debemos conseguir y cumplir, porque sin él, todos los demás no tienen ningún sentido.
El temor de Dios, al contrario de lo que muchos piensan, no tiene que ver con “tenerle miedo a Nuestro Señor. No tiene sentido temerle a un ser que es todo luz y amor.
El temor de Dios se relaciona con el respeto a las leyes que él nos ha impuesto, las cuales son todas leyes de paz. Entonces, podemos decir que el temor de Dios es seguir sus preceptos, los cuales, además, están hechos para que nosotros seamos felices.
2. Sabiduría
La sabiduría de Dios no es la sabiduría de los hombres, aunque sí la incluye. Imagina que quieres ver un hermoso paisaje, pero hay una barda que te lo impide, para lograrlo, subes a un edificio, al techo de una casa o a una escalera alta y así logras tu cometido. Pues esta visión es la sabiduría de Dios, ver el mundo desde la perspectiva de Nuestro Señor.
Es importante que sepas que todo el conocimiento humano es parte de la sabiduría de Dios, aunque parezca que no es así. Por ejemplo, la teoría de la relatividad especial de Einstein, o la Teoría de Cuerdas, a la larga, terminan en la conclusión de un Ser que todo lo maneja, conoce y promueve, así que, muchas veces sin darse cuenta, los científicos terminan descubriendo a Dios en lo infinitamente grande y en lo infinitamente pequeño.
3. Ciencia
Así, la ciencia de los hombres es el lenguaje de Dios. La ciencia nos facilita la comprensión de las leyes de Dios, que no son otra cosa que las leyes del Universo.
Gracias a la Ciencia, como don de Dios, logramos entender la naturaleza, lo cual es indispensable para nuestra vida diaria. ¿Acaso podríamos comer casi 8 mil millones de ser humanos, si no fuera por lo avanzado de la ciencia? ¿Acaso no hemos aumentado nuestra esperanza de vida a 80 años en muy poco tiempo? ¿Acaso no hemos dominado lo que parecía indomable?
Todos estos conocimientos, provenientes de la Ciencia humana, los tenemos gracias a que el Espíritu Santo nos dio el don de la Ciencia.
4. Entendimiento
¿Qué sería de nosotros con sabiduría y ciencia, pero sin comprenderlas? Es por esto que Dios, en su grandeza, nos ha brindado la capacidad de comprender lo que pasa a nuestro alrededor.
Así, el Entendimiento como Don del Espíritu Santo es reconocer, del todo el conocimiento que se genera gracias a la ciencia y la sabiduría, cuál es el correcto para llegar a Dios, porque no todo el conocimiento generado es bueno, y esto se debe a que tenemos libre albedrío, pero también tenemos la capacidad de reconocer el conocimiento útil para Dios del que no lo es.
Además, el entendimiento del Espíritu Santo nos permite comprender lo que no podemos ver, porque, en realidad, lo estamos viendo con los ojos de Dios.
Es gracias al entendimiento que podemos conocer y hacer nuestras las revelaciones de Dios Nuestro Señor.
Así, lo que parece sobrenatural, tiene todo el sentido, porque el Señor nos ha dotado de las herramientas para comprender lo que para nuestros cinco sentidos normales no tendría lógica.
5. Consejo
El don de Consejo se relaciona con la prudencia, virtud indispensable para llegar a Dios. El don de Consejo nos permite “aconsejarnos” a nosotros mismos sobre cuál es el camino correcto a seguir en cada situación que se nos presenta, sin importar que sea una gran decisión o una muy pequeña, ya que todas son importantes para Dios.
El consejo, como don de Dios, además implica una relación con nuestros semejantes basada en el amor, ya que al aconsejar sobre cierto hecho, le estamos dando las directrices que también lo llevarán a encontrarse con Dios al final de sus días. Este, sin duda, es uno de los actos de amor más grandes que podemos tener y hacer.
El consejo, ya sea a nosotros mismos o a los otros, siempre debe estar avalado por nuestras acciones, ya que un consejo en la bondad con una acción en la maldad solo es hipocresía ante Dios.
6. Piedad
Si tuviéramos que responder en qué texto se encuentra la Piedad de Dios explicada, sin duda sería en el Padre Nuestro.
Haz un repaso de esta bella oración y te darás cuenta de que, verso tras verso, hay un cántico de amor hacia Dios y hacia el prójimo.
Así, la piedad, como Don del Espíritu Santo, es justamente eso: la forma de expresar nuestro amor a Dios y nuestros semejantes.
Somos piadosos cuando somos honestos y decimos la verdad, cuando somos fieles sin importar las tentaciones que nos pongan enfrente, cuando educamos a nuestros hijos en la palabra de Dios, sin golpes o regaños excesivos, cuando cuidamos a nuestros padres o abuelos, cuando estos ya no logran hacerse cargo de ellos mismos y cuando contribuimos al desarrollo de nuestra sociedad.
7. Fortaleza
Así como empezamos con el Temor de Dios como guía indispensable para los otros dones, terminamos con la Fortaleza, porque es el don que nos permite cumplir con cada uno de los otros dones.
El don del Espíritu Santo llamado Fortaleza nos permite llevar a cabo cada uno de los otros dones de Dios, es decir, nos permite tener temor de Dios y respetarlo ante todas las cosas y seres, crear y comprender Sabiduría, sin perdernos en la soberbia, comprender la ciencia y usarla para el bien, usar el entendimiento para discernir lo bueno de lo malo y solo mantenernos con lo bueno, nos permite seguir los consejos que nos damos y damos a los demás, usando solo los que son de y para Dios, y, por último, la fortaleza nos da la herramienta para ser piadosos a cada instante.
Así, hemos terminado de analizar el significado de los dones del espíritu santo según la biblia, pero, de nada nos sirven si no sabemos cómo obtenerlos y activarlos.
La Relación entre los Dones y la Iglesia
La iglesia no es solo un edificio o una institución; es una comunidad viva, alimentada y sostenida por la gracia y los dones del Espíritu Santo.
Fortaleza: La Base de Nuestra Fe
El don de fortaleza nos proporciona el coraje y la valentía para enfrentar los desafíos de la vida y defender nuestra fe ante la adversidad. Es la roca sobre la que se construye nuestra fe, proporcionándonos la resiliencia necesaria para perseverar.
Ciencia: Conectando la Fe con la Razón
El don de ciencia no se refiere únicamente a conocimientos científicos, sino a un entendimiento más profundo de cómo la fe y la razón coexisten armoniosamente. Nos ayuda a ver la mano de Dios en la naturaleza, la ciencia y en cada aspecto de la vida.
Piedad: Un Vínculo más Profundo con lo Divino
La piedad nos acerca más a Dios, permitiéndonos vivir nuestra fe de una manera más profunda y personal. Nos insta a rendir culto, a rezar y a vivir nuestra vida de acuerdo con los preceptos divinos.
¿Cómo obtener y recibir los dones del Espíritu Santo?
Los dones, según Santo Tomás de Aquino, se les concede a aquellos que están en Gracia con Dios, esto quiere decir que se les otorgan a quienes siguen los preceptos de Dios y éste los ha aceptado.
Lo más importante es que para obtener los Dioses se debe actuar como si se tuvieran desde un inicio, es decir, siempre se debe ser piadoso, aún si no se ha obtenido el don de la Piedad.
Lo anterior nos hace pensar: si siempre cumplo con los dones de Dios, ¿cómo sé cuando los he obtenido? La respuesta es simple: lo sabrás. La diferencia de cuando actuamos con o sin los dones es muy grande. Cuando tenemos los dones es como si, de pronto, todo se volviera claro y simple, como si de la nada se desvanecieran todas nuestras dudas. Así, sabrás que estás en Gracia.
La Multiplicidad de Carismas en la Tradición Cristiana
A lo largo de la historia de la iglesia, hemos visto cómo distintos y variados carismas se manifiestan entre los fieles. Estos carismas, dones espirituales en sí mismos, están destinados a conjuntarse y complementarse, reflejando la diversidad y riqueza de la comunidad cristiana.
Temor de Dios: La Reverencia que Nos Acerca a Él
El don de temor de Dios no se trata de un miedo paralizante, sino de una reverencia profunda hacia el Creador. Es reconocer la magnitud de Dios y nuestro lugar ante Él. Nos ayuda a seguirlo, aunque para experimentar plenamente su amor es necesario abrir nuestro corazón y dejarnos guiar.
El Papel de los Dones en el Nuevo Testamento
Las escrituras del Nuevo Testamento están repletas de ejemplos y testimonios de cómo el Espíritu Santo actuó en los primeros cristianos. Pedro, Pablo y otros apóstoles demostraron en múltiples ocasiones cómo los dones fortalecieron su misión.
El Espíritu Santo en el Antiguo Testamento
Aunque la presencia del Espíritu Santo se enfatiza con mayor énfasis en el Nuevo Testamento, no debemos olvidar sus manifestaciones en el Antiguo. Profetas y líderes religiosos fueron guiados y fortalecidos por estos dones mucho antes de la llegada de Cristo.
Dones y Sacramentos: Una Comunión que Transforma Vidas
Los sacramentos, especialmente el bautismo y la confirmación, son momentos donde los dones del Espíritu Santo se derraman sobre los creyentes de manera especial.
Bautismo: La Primera Lluvia de Dones
Desde el momento del bautismo, se nos otorga una gracia especial que infunde en nosotros los dones del Espíritu. Pero es esencial entender que estos dones, aunque recibidos desde ese instante, deben ser cultivados y desarrollados durante toda nuestra vida cristiana.
Confirmación: El Refuerzo de los Dones
La confirmación no solo refuerza los dones recibidos en el bautismo, sino que marca un compromiso de vivir plenamente como hijos de Dios, iluminados y guiados por estos regalos celestiales.
Los Dones en la Vida Cotidiana
Los dones del Espíritu Santo no son solo para momentos especiales o rituales religiosos. Están presentes en cada acto, en cada decisión y en cada interacción de nuestras vidas. Nos ayudan a vivir conforme a la moral cristiana, aportando luz en momentos de oscuridad.
¿Cómo se aplican?
Cuando se ha logrado estar en Gracia y obtener los dones, su aplicación es simple, pues gracias a los dones del Entendimiento y el Consejo, unidos al de la Fortaleza, sabemos qué es lo que debemos hacer en cada una de la situaciones de nuestra vida, incluso cuando las decisiones son muy pequeñas.
Sigue todos estos consejos y gozarás de los Dones del Espíritu Santo para siempre, llegando a los pies de Dios Nuestro Señor al terminar tus días.
La Teología Detrás de los Dones y Frutos del Espíritu
La teología no es solo un estudio académico, sino una profunda reflexión sobre las verdades de la fe. Y en esta área, los dones y frutos del Espíritu han sido objeto de estudio y contemplación durante siglos.
La Interpretación de los Padres de la Iglesia
Grandes teólogos y santos, como Agustín de Hipona o Tomás de Aquino, han dedicado extensos tratados al estudio de los dones del Espíritu. Sus reflexiones han guiado a la Iglesia en su comprensión y enseñanza sobre este misterio divino.
La Visión Contemporánea: Del Concilio Vaticano II a Hoy
En tiempos más recientes, el Concilio Vaticano II y teólogos contemporáneos, como Pedro Fernández Rodríguez, han aportado luces sobre cómo la Iglesia debe comprender y vivir los dones en el mundo actual.
La Importancia de la Experiencia Personal
La teología es esencial, pero también lo es la experiencia personal con el Espíritu Santo. Es a través de esta relación íntima y diaria que realmente comprendemos y valoramos los dones y frutos que se nos han otorgado.
Haciendo Eco de los Dones en la Comunidad Cristiana
La comunidad cristiana no es solo un grupo de creyentes, sino un cuerpo vivo donde cada miembro tiene un rol esencial. Los dones del Espíritu Santo potencian este cuerpo, permitiendo que la Iglesia actúe como una verdadera representante de Cristo en la tierra.
Testimonios de Vida: Historias que Inspiran
A lo largo de la historia de la Iglesia, hemos sido testigos de cómo hombres y mujeres, impulsados por los dones del Espíritu, han transformado sociedades, fundado órdenes religiosas y, sobre todo, han tocado corazones. Estos testimonios son pruebas vivas de la acción del Espíritu en nuestro mundo.
El Rol de las Agencias de Noticias y Publicaciones Cristianas
Las agencias de noticias y publicaciones cristianas juegan un papel fundamental al difundir las maravillas que el Espíritu Santo realiza en la comunidad. Es a través de su labor que muchos descubren y se sienten llamados a vivir más plenamente su fe.
Invitación a la Acción: Cómo Puedes Cultivar y Compartir tus Dones
No basta con reconocer los dones que se nos han otorgado; es esencial cultivarlos y compartirlos. Ya sea en tu familia, en tu parroquia o en tu comunidad, hay innumerables formas de hacer eco de estos dones y transformar el mundo a tu alrededor.